A los pies del Moncayo, junto a Noviercas, un pueblo de 150 habitantes, un colectivo lucha por todos los medios contra la construcción de una macroindustria de 23500 vacas de leche que pone en peligro los bienes comunes, el territorio, el agua, la vida. Charlamos con Begoña Izquierdo y Mercedes Barranco, integrantes e impulsoras de Hacendera, la asociación que convoca el 25 de junio, junto a Stop Ganadería Industrial, la mayor manifestación contra la mayor macroexplotación de Europa.
Hacendera, vuestra Asociación, lleva como nombre una palabra rural. ¿Por qué Hacendera? ¿Quiénes hacéis Hacendera? ¿Qué es Hacendera para vosotras? ¿Siempre estuvo ahí, la conocéis o la descubristeis recientemente?
Hacendera encarna a la perfección nuestro principal objetivo: incentivar el trabajo en común para la mejora de lo común, de lo que es de todos. Un trabajo voluntario, entregado a la comunidad con el objetivo de generar el humus necesario donde pueda crecer una semilla: la conciencia de nuestros conciudadanos en el cuidado de nuestro patrimonio natural y cultural. Somos gente diversa, muy variopinta en edad, formación, procedencia… que hemos indagado a fondo en la visión común y lo que queremos para nuestra tierra y para el mundo.
La palabra hacendera todavía se usa en nuestros pueblos para referirse a esos trabajos comunes a los que se convoca a toda la vecindad para realizar mejoras para el pueblo que van a revertir en un beneficio general. La mayoría de nosotras conocía la palabra. Nos pareció una idea fantástica cuando alguien la sugirió y la elección como nombre de la asociación fue unánime.
Hacendera es una asociación plural, que nace para promover el cuidado de la vida, la salud, la cultura y el territorio de Soria.
Apostamos por un desarrollo basado en nuevos modelos sociales, económicos, culturales y ecológicos que promuevan la soberanía alimentaria, el bienestar animal, el consumo responsable y de proximidad, la protección de la biodiversidad, la cultura, el trabajo digno y la defensa de los bienes comunes, especialmente el agua, el suelo, el aire y el patrimonio, frente a la especulación y el interés particular.
La asociación toma su nombre “Hacendera”, como la “acción común” para conseguir nuestros objetivos: investigando, aprendiendo, debatiendo, denunciando malas prácticas, pero sobre todo informando, divulgando buenas prácticas y promoviendo alternativas viables, con una visión holística e interdisciplinar, comprometida y optimista basada en la colaboración y cooperación con las instituciones, centros educativos, empresas, colectivos y particulares, para construir en común una cultura sostenible.
En Hacendera queremos dejar para las generaciones futuras, la cultura del cuidado como una seña de identidad primordial de la provincia.
¿Por qué la Asociación? ¿Nació con algún motivo en concreto? ¿Qué espacios y valores persigue Hacendera?
El origen de la asociación fue tratar de evitar por todos los medios la construcción de una macrovaquería de 23 500 vacas de leche en Noviercas, un pueblo de 150 habitantes de nuestra provincia, Soria, a los pies del Moncayo. Eso nos unió en un principio pero, enseguida, vimos que nuestros objetivos eran mucho más amplios y que queríamos hacer muchas más cosas. No solo denunciar cosas mal hechas, sino incidir en la educación y en la búsqueda de experiencias y proyectos que supongan alternativas sostenibles a los proyectos que esquilman el territorio y los bienes comunes. En la identidad de Hacendera los definimos así: cuidar el patrimonio natural-cultural y la salud de las personas en Soria y sus pueblos, promoviendo la iniciativa social y canalizando alternativas de desarrollo respetuosas con la vida.
El próximo 25 de junio convocáis a toda la ciudadanía para que se una a la manifestación que estáis organizando en Noviercas, contra la ganadería industrial. ¿Qué está pasando en Noviercas?
Sobre Noviercas pende una gran amenaza, la megaexplotación industrial de 23 500 vacas de leche a que antes aludíamos pero la amenaza es global, atenta contra los bienes comunes: el aire, el agua, el suelo, el paisaje, la salud, la convivencia, el trabajo. Enarbola un modelo de desarrollo insostenible a todas luces.
El modo de generar alimentos, el modo de tratar a los animales, el atentado ecológico que derivaría en la irreversible contaminación del acuífero prístino del Araviana, garantía de vida cuando arrecien las sequías como consecuencia del cambio climático… Es todo un despropósito mayúsculo contrario a lo que dicta el sentido común y las normas europeas. La tendencia debería ser a distribuir, descentralizar, trabajar por la soberanía alimentaria y energética de los pueblos, no depender, buscar la autonomía y los productos sanos y de cercanía producidos por gente pegada al territorio, a través de un trabajo digno y dignamente retribuido…
En la megaexplotación proyectada en Noviercas, que estaría entre las cuatro mayores del mundo, las fuerzas que se miden son desiguales. Hay muchos intereses ocultos, muchas presiones económicas y los estamentos oficiales se están pasando la pelota unos a otros. Nadie se atreve a afrontar el problema y decir firmemente NO a una explotación totalmente insostenible y contraria a la razón, más en el momento de crisis climática y energética global en que nos encontramos.
La Confederación Hidrográfica del Duero ha reservado agua para el proyecto en el último Plan Hidrológico 22/27 y todavía no es una realidad el nuevo Real Decreto que regula el ganado bovino y que limitaría el número máximo de vacas por explotación a 850. Mientras tanto, la empresa acelera los trámites en la Junta de Castilla y León que siempre ha mostrado una manifiesta simpatía hacia el proyecto.
Por todo ello apelamos a la movilización masiva el 25 de Junio en Noviercas. Es esencial la manifestación clara y contundente de la sociedad civil para decir a los políticos que queremos conservar limpia el agua de nuestros acuíferos y legar a nuestros hijos un territorio y un paisaje cuidado y no exhausto. Y que, por eso, NO QUEREMOS UNA MACROEXPLOTACIÓN INDUSTRIAL ni en NOVIERCAS ni en ningún otro lugar, por eso pedimos que se establezca una moratoria y una planificación de las explotaciones industriales acorde a la emergencia climática y energética que vivimos.
¿Qué supone un proyecto industrial en un lugar como el vuestro? ¿Qué pone en peligro?
Un proyecto industrial de estas características supone un grave peligro para la riqueza natural del entorno: el bellísimo paisaje de la zona del Moncayo, próximo a ser declarado Parque Natural. Un ecosistema único con varias lagunas endorreicas vitales para las aves durante la migración, una población de aves esteparias protegidas -algunas como el sisón en grave peligro-. Y no solo está amenazada la riqueza natural y el valor económico que de ella pudiera derivarse en el futuro sino que también se verá hipotecada la viabilidad de otros proyectos de desarrollo sostenible y respetuosos con el medio, la vida, la salud… además de destruirse centenares de puestos de trabajo de muchas familias de esta y otras regiones que viven de la leche de sus vacas. Y, por supuesto, es gravísimo el peligro de contaminación por nitratos del agua del subsuelo, más siendo un terreno cárstico, extremadamente vulnerable a este tipo de contaminación, hipotecando la vida de los actuales y los futuros habitantes del territorio
¿Qué podemos hacer para luchar contra estos modelos que ponen en riesgo nuestros ecosistemas, ganaderías familiares y pueblos?
Cultivar el pensamiento crítico buscando siempre información veraz y contrastada.
Difundir con rigor en todos los medios de comunicación y RRSS las consecuencias que se derivan de estos “modelos de desarrollo” que van maquillados con el caramelo envenenado de que traen puestos de trabajo y fijan población.
Divulgar las buenas prácticas, alternativas viables y sostenibles, existentes en otros diferentes lugares y ver el amplio abanico de “otras” posibilidades de desarrollo que cuidan de verdad a las personas y a la naturaleza del territorio.
Ser “líderes de opinión”, en contra de este tipo de macroexplotaciones, en nuestro entorno inmediato: familia,trabajo, amistades, vecindario…
Escribir artículos de opinión a los medios de comunicación y en nuestras RRSS.
Participar activamente en movilizaciones, mesas informativas, debates públicos…
Trabajar juntas: participar y colaborar en asociaciones, colectivos para sumar voces y tejer alianzas en la defensa de los bienes comunes.
¿Cómo podemos unirnos?
Necesitamos la unión. Es esencial propiciar medios para conseguirla como encuentros, foros de conversación y debate, proyectos comunes, jornadas sobre distintas temáticas… La creación de redes y el trabajo comunitario es la única forma de afrontar este horror que se nos viene encima. Tenemos que potenciar la creatividad e inventar estrategias de unión -todas las posibles- aunando disciplinas como ecología, ciencia, arte, humanidades, activismo, cultura. Y sobre todo hacer, hacer y hacer cosas, buenas cosas.
¿Cómo os gustaría ver Hacendera en un mañana?
Nos gustaría que Hacendera consolidará sus acciones como asociación para contribuir a la construcción de una sociedad soriana bien informada, sensible, reconectada con los ciclos naturales que nos sostienen y generadora de redes de colaboración y acción social, que fuera un referente nacional de compromiso en el cuidado de la vida, la salud, la cultura y el territorio.
Esa es la visión de Hacendera.
¿Qué palabras os gustaría sembrar en este semillero de Almáciga además de Hacendera?
• Gerula o jerula: Lo decía mi abuelo y, de su pueblo, Pinilla del Olmo, me envían esta definición: desustanciada, simple, que busca sacar algo, caradura. Seguro que es aplicable a los dos sexos pero desgraciadamente, casi siempre se oye aplicada a mujeres… ¿por qué será?
• Badil: es como llamamos al recogedor con el que se recoge lo barrido con la escoba
• Badila: y su femenino, una palita redondeada, más pequeña y con un largo mango que servía para remover el cisco del brasero encendido o para cubrirlo de ceniza.
• Regalar: En Soria no decimos que la nieve se funde, sino que se regala. También a un niño que se emboba con un polo en la mano se le puede decir, “anda chico, cómete ese polo que se te va a regalar”
• Laminera/o: golosa/o (esta, creo, proviene del euskera o, al menos, se usa también por aquellos lares)
*Miriam Tello es artista, diseñadora gráfica y presidenta de Hacendera.
**Si quieres ponerte en contacto con Hacendera, puedes escribir un correo electrónico a asociacionhacendera@gmail.com.
Si conocéis más historias y significados sobre estas expresiones y palabras, o queréis compartir nuevas para alimentar esta almáciga, podéis hacerlo aquí.