El campo y nuestros medios rurales tienen una manera de hablar única que hermana territorio, personas y animales. Muchas de sus palabras llevan demasiado tiempo a la intemperie. Si no las cuidamos, morirán con nuestros mayores y nuestros pueblos. Por eso en esta página web quiero seguir el camino que empecé en el libro de Almáciga. Me gustaría servir de sustrato para que todo lo que llegue a esta almáciga y se vuelva abierta y colectiva. Un lugar donde las expresiones de nuestras tierras descansen; una semillera para recuperar sus palabras y sus significados, para volver a oírlas y nombrarlas, para que arraiguen entre nosotros y las tengamos más cerca; un vivero en el que mimarlas y cobijarlas con nuestros cuerpos y acentos. Un diálogo-tejido con nuestros medios rurales para que germinen y puedan volver a existir. He de reconocer que antes de la pandemia y el confinamiento, tenía preparado hacer una serie de vídeos y entrevistas para abrir esta página con contenido. Ha sido imposible por ahora, pero quería contaros que poco a poco no solo cobijaremos aquí palabras, sino sus acentos, las lenguas en las que se desenvuelven y todo lo que hay detrás de una palabra: desde canciones, costumbres, oficios, lugares, personas… Espero empezar a seguir con este proyecto pronto. Mientras tanto, este rinconcito colaborativo echa a andar. He creado diferentes páginas donde podrás encontrar una idea general del proyecto, un listado de las palabras-semilla que vayan llegando, un semillero, donde poco a poco iré compartiendo contenido y un formulario de contacto a través del cual puedes mandar tus palabras.
Gracias por hacer posible este vivero que comienza a latir.
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un post espectacular, que gustazo leer así, gracias administrador.